sábado, 4 de agosto de 2018

I Vuelta a España por etapas (y relevos).

Saludos desde la llanura.

Hoy ha sido un gran día, y un día para el recuerdo. El Club Vespambretta ha participado en la I Vuelta a España por etapas organizada por el Vespa Club España, retomando la idea que en su día propusiera Sergio Durán, "Duranium", desde el foro Vespania entonces. 
Se retoma este evento como un homenaje a nuestro amigo malagueño, tristemente desaparecido hace un año más o menos. Su amor por el mundo del motor, y por la 
Vespa en particular, hizo que se moviera por toda España, por donde ha dejado muchos amigos, y es que, la mejor manera de tener amigos, es ser uno de ellos, como él era. 

Nuestro más emotivo recuerdo para Sergio "duranium".


La idea era un arreglo ante la imposibilidad de realizar la vuelta a España de manera completa, así que se pensó hacerla por etapas, los distintos clubes, se irían pasando un testigo que fuera el que sí viajaría por todo el país. 
Hoy nos ha tocado coger el testigo, que llegaba de Cuenca traído por miembros del Vespa Club de Cuenca, para llevarlo hasta Liétor, para pasarlo a los amigos de La Oveja Negra Scooter Club de Hellín.


Listos para salir desde el bar La Vespa.




En Villalgordo del Júcar hemos quedado para almorzar y hacer el relevo con el Vespa Club de Cuenca. Nos encontramos con la grata sorpresa de que amigos de 
Tomelloso también se han acercado para hacer un tramo de la etapa y participar también en este evento tan grande y en el que participa gente de toda España.


Gran parte de las máquinas conquenses son PX.




En el restaurante contamos con la presencia de Antonio Veciana, que dió la vuelta al mundo en 79 días en el año 1962, junto a Santiago Guillén en una Vespa 150. 
Aprovechamos el momento para darle un plo del club, en cuyo escudo figura el número de matrícula que llevaba la moto que dio la vuelta al mundo,
AB-14141, hoy expuesta en el museo de Piaggio en Pontedera, Italia.


Tras el almuerzo, hacemos el relevo de la bandera y la mochila con el libro de firmas y los regalos que los clubes van aportando.



Vespambretta se hace cargo ahora.



Parada para repostar combustible en La Roda.



Y ahora bajando a Liétor, donde nos encontraremos con La Oveja Negra.



Amatista parada al lado de la carretera, y Voluntario llevando a mi hermano hacia el pueblo.


Azulejería en la fuente de Liétor.



Comida de confraternización junto al Scooter Club La Oveja Negra.


Contenido de la mochila, es de suponer que algunso de los regalos han sido enviados a la sede del Vespa Club España.


Voluntario y Amatista.


Carretera de bajada a Ayna.



Curvas y revueltas donde llevar una Vespa es un auténtico placer.




Impresionante vista de Ayna, en la que se ve el monumento de la Vespa de la película "Amanece que no es poco" de José Luis Cuerda, lugar donde se dará el relevo.


Ha sido un día estupendo, del que han salido nuevas futuras quedadas para rodar con amiguetes vespistas.


Finalmente, damos el relevo a la gente de 
Hellín, que lo llevarán a Águilas, pero eso ya no seré yo quien lo cuente...


Hasta la próxima.

domingo, 27 de mayo de 2018

Por Estocolmo en Vespa.

Hej hej. Hola a todos.
Resulta que he ido a Suecia a realizar un curso de formación y aprovechando, he estirado la estancia para visitar la capital, Estocolmo. Se me ocurrió buscar por si podría alquilar una Vespa para recorrer la ciudad y finalmente encontré una empresa que ofrecía estos servicios: Vespa Stockholm. Los localicé a través de internet y como me pareció interesante reservé una Vespa. El modelo que ofrecen es la Vespa Sprint de 50cc que, si en principio parece que va a ser poco, la tranquilidad con que se conduce en Suecia y todo lo que hay que ver hacen que sea suficiente para disfrutar realmente de unos paseos espectaculares. Montado sobre el manillar viene un navegador con las rutas ofrecidas guardadas, en un folleto aparte viene una descripción de las mismas con la duración aproximada, por lo que lo único que hay que hacer es elegir la ruta, seleccionarla y disfrutar. Una opción muy muy recomendable si te gusta el turismos y te gusta la Vespa.

Tengo la Vespa reservada de 8:30 a 13:30, así que voy lo antes posible para disfrutar de la experiencia.  

La primera parada es en Kastellholmen, una de las islas más pequeñas de Estocolmo en la que se sitúa una pequeña fortaleza que en su tiempo que controlaba el paso de embarcaciones a la ciudad y albergaba numerosos cañones, desde este punto se puede ver Grüna Park, el parque de atracciones más antiguo de Suecia con muy buenas montañas rusas. Tras dar un pequeño paseo a pie me dirijo ahora a Skeppsholmen, la siguiente isla, donde se sitúa el museo de  arte moderno, las coloridas esculturas que hay en el exterior son muy llamativas; pero no me detengo hasta llegar al muelle frente a una antigua fábrica de torpedos, vestigio del uso militar que tuvo la isla hace algún tiempo. En el muelle numerosos barcos antiguos restaurados sirven de exposición e incluso vivienda.

Por las calles de Estocolmo, la foto es un poco anodina de no ser por el reflejo en el cual me veo con mi vespilla...

Saltamos hasta Helgeandsholmen, otra pequeñísima isla que sólo contiene un edificio, el Parlamento Sueco, situado frente al Palacio Real, pero en otra isla distinta, es independiente para tomar sus decisiones.

En estos momentos me doy cuenta de que no he desayunado, mis ansias por coger la Vespa temprano no me permitieron tomar más allá del café que me ofrecieron en la oficina cuando hice el contrato, así que paro bajo el palacio real y me dirijo andando a la plaza donde está situada la Academia Sueca, lugar donde se entregan los premios Nobel para desayunar. Con fuerzas renovadas sigo mi camino hasta Cornelisparken, un recóndito sitio de Estocolmo, desde aquí se pueden divisar las islas que ya he visitado, pero lo más característico son las pequeñas calles empedradas y antiguas casas de madera, construidas hacia 1730 para los vecinos más pobres, actualmente hay una atmósfera muy encantadora y las casa son muy atractivas, llegando a tener listas de 20 años de espera para poder vivir en ellas. 

Al final de la calle un pequeño jardín deja disfrutar de las vistas hacia el agua y otras islas de Estocolmo. 

Vespambretta estuvo aquí.

Ahora decido cambiar de ruta y hacer las más larga de las que se ofrecen, así que salgo con la moto hacia Järla Sjö, un distrito nuevo de Estocolmo, hace un tiempo plagado de industrias, ahora renovado con modernas pero pequeñas y coquetas construcciones con muy buen gusto, las vistas del lago son espectaculares.

Poco a poco, los edificios van cambiando por casas cada vez más pequeñas, en zona residenciales y salgo a la carretera hacia Saltsjöbaden. Es una delicia ir con la Vespa por aquí, la velocidad está limitada a 40 kilómetros por hora, los coches la respetan, el paisaje es muy bonito, al lado del agua, el asfalto está en muy buen estado... Una auténtica gozada.

Y tras algunos kilómetros, después de un relajado paseo y habiendo trazado bonitas curvas llego a Saltsjöbaden, el punto más lejano de las rutas propuestas por Vespa Stockholm. Se estableció en el siglo XIX como la "Riviera Sueca", testigo de aquel momento es el Grand Hotel, el edificio más famoso de la zona, erigido en 1893, apartamentos, playas, motos acuáticas, veleros, lanchas y mucha gente disfrutando del sol y del agua confirman este lugar como uno de los más concurridos para recreo de las gentes de Estocolmo.

El sol en esta época es un placer al que los suecos no se resisten. El chapaleo del agua en la orilla es muy relajante, los pájaros gorjean en los árboles, la gente pasea...

El tiempo que hace estos días es inmejorable, sobre todo para rodar en Vespa.

Camino de vuelta, parada a hacer alguna foto más. La comodidad de la Vespa y su seguridad ha quedado probada, el placer de conducirla ya lo conocía, puesto que tengo alguna clásica como ya sabréis, pero la experiencia de rodar por Suecia ha sido maravillosa, algo que recomiendo desde aquí. alquilar una Vespa es una opción más que recomendable para conocer una ciudad y hacer turismo.

Vi nes snart! (¡Hasta pronto!)