jueves, 15 de abril de 2010

VESPANIADA 2010 ÁVILA

Hola a todos.
Ya terminé de restaurar la vespa súper, y ya pasó la V Vespaniada, esta vez celebrada en Ávila.
Esta es la crónica de un fin de semana maravilloso.
Muchos de vosotros habéis seguido el proceso de restauración de AMATISTA, pues bien, he de comentaros que la cosa no terminó hasta el día anterior a la salida, prevista para el jueves 8 de abril de 2010. El martes quité la dirección porque el casquillo de los cojinetes no era el suyo y era un peligro ir con la moto así, no giraba bien y era bastante difícil mantener el equilibrio.
Así las cosas, con la moto terminada en la noche de miércoles, tenemos mi hermano y yo todo preparado para salir el jueves al terminar el trabajo.
Salimos del local y vamos a repostar, menuda ilusión, con un par de motos recién restauradas nos vamos a ver a nuestros amigos de las vespas en Ávila...
Salimos por la carretera de Barrax y las motos van bastante bien, no hemos tenido tiempo de probarlas lo suficiente ni de afinarlas, así que es normal que no respondan en altas, pero funcionan, el optimismo ante el viaje es patente (está previsto llegar a Talavera para salir desde allí el viernes con otros compañeros vesperos) El caso es que Amatista no tira mucho, parece que le cuesta, la velocidad que lleva es muy baja y va como ahogándose, decido parar (estamos a escasos 20 kilómetros de Albacete) para cambiar la bujía. La bujía es cambiada y la moto ya no arranca, ni empujándole ni con el pedal ni nada de nada, probamos a quitar la instalación eléctrica dejando sólo la bujía... nada.
No hay más opciones, debemos volver a Albacete y tratar de arreglar la moto para salir al día siguiente, qué le vamos a hacer.
Una furgoneta me lleva de vuelta al local y tras examinar la moto encontramos una arandela grover dentro del plato de bobinas, haciendo contacto y poniendo en masa toda la corriente, parece que el problema está solucionado, pero no, la moto sigue sin arrancar y decidimos en ese momento no llevarnos esa moto, al día siguiente saldremos con Imperiala, aunque debemos de conseguir un remolque o una furgoneta puesto que esta moto no está preparada para un viaje tan largo.
Un par de horas de búsqueda nos aclaran que a no ser que vallamos rodando no iremos a Ávila, así que decidimos salir al día siguiente a las 7 de la mañana, con Imperiala y la Butana.
El resto de crónica se puede seguir en http://www.restauromivespa.blogspot.com/ la página de Imperiala, protagonista a partir de este momento.